martes, 24 de julio de 2012

Manifiesto de mambos


Quisiera tener el poder de cambiar ciertas definiciones, ciertos conceptos que me parece que ya están cambiando, pero se van para el lado equivocado y la falta de voluntad del individuo para representar con palabras evidencia un pensamiento vago y monótono, dado por no volver a reflexionar estos conceptos.

La belleza, piensen en la belleza. La belleza es algo diferente a lo que están pensando. Intenten volver a definirla: piensen en algo o alguien bello y citen sus características, piensen pavadas y corríjanse, duden de la belleza física por un rato y traten, realmente, de llegar a otro nivel. Una cosa linda, una persona linda, es algo que conlleva alegría, vida, desafíos, ganas...

La mentira, piensen en la mentira, nos estamos acostumbrando mucho a ella; a veces ni siquiera la diferenciamos: todo es gracioso y burdo, y terminará siendo muy aburrido, tanto como si no existiera la falsedad. La mentira existe y es bueno que así sea, pero no abusemos de ella, porque termina siendo verdad, no perdamos ese concepto que sólo el ser humano tiene. Es cobarde, insegura, necia...

La inteligencia, la memoria, recuperemos esos tesoros que parecen guardados. La inteligencia no es leer mucho, es saber hacer un buen chiste, es encontrar el momento justo y actuar sin prisa. Es observación, silencio, más que regodeo y palabrerío. Todavía se puede pensar antes de hablar, todavía hay tiempo.

Lo importante, ¿qué es “lo importante”? Hay muchas porquerías dando vueltas, que cada día nos afectan, y está bueno que paremos y veamos si están en esta lista: seguramente no estén. Los detalles son importantes, pero no todos, los cambios son importantes, las personas son importantes, los valores… Yo diría que digamos más “hay cosas más importantes” y vayamos tachando y subrayando a gusto.

Los personajes son protagonistas cuando enfatizan alguna de estos conceptos, sí, pero ¿es necesario ser siempre protagonista?

1 comentario:

  1. Alabada la batata y la palabra, alta garra la batata! las masas matan las palabras, las abatatan, las amarran, las aplastan, las cansan. Atan al alma para la caca, la malgastan. Áma a la batata para la salsa, áma a la palabra, áma la sarasa...
    la Pata

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