lunes, 25 de febrero de 2013

mambo Majus

A mi ángel guardián, Majus

Yo tengo un angelito que me protege. Es una mujer, una domina, una mater que representa la vida y la alegría y a quién le rezo.
Es un ser único en la tierra, lleno de amor y espontaneidad, vacío de celos y rencores, qué se me aparece cuando lo necesito.
La primera vez que se me apareció, no me la acuerdo. Pero su sonrisa no cambió, por lo que son todas primeras veces. Y cada vez que la veo la amo, la admiro y me hace feliz.
Su voz imponente me guía, me devuelve al camino cuando me pierdo en la encrucijada y me deja volar cada vez que se trata de amor. Es eterna...

Gracias, gracias por tu amistad y tu amor, Diosa de la aventura, Reina de la vida y Madre de todas las jodas.
Gracias por el arroz en los momentos de pobreza, gracias por tu tiempo en los momentos de tristeza, gracias por tu música en los momentos de silencio. Gracias por los cafés, bicicletas, teatros, andreses, conquistas, vicios, noches. Gracias por tus letras y tus palabas.
Ojalá algún día pudiera darte yo a vos la mitad de todo lo que me diste.

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